Fuerza Espacial

Humor de alto vuelo

Lejos de la simpleza y economía de la mayoría de las series cómicas (los tradicionales sitcoms, por ejemplo) la recién estrenada Fuerza Espacial se presenta como un ambicioso proyecto de alto presupuesto. Y no era para menos, pues Netflix quería burlarse de la idea de Donald Trump (desechada, por supuesto) de crear una cuarta rama de las Fuerzas Armadas norteamericanas (que se sumaría al Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea), la Fuerza Espacial (FE), que se encargue de imponer la supremacía de ese país incluso fuera de nuestro planeta. El proyecto televisivo fue encargado al actor Steve Carell y al guionista Greg Daniels –los responsables de The Office (2005-2013), uno de los sitcoms más exitosos de este siglo– quienes no desaprovecharon la oportunidad y convocaron a un reparto de lujo, que incluye nada menos que al reconocido y experimentado John Malkovich y a Lisa Kudrow (Friends).

Las acciones se inician cuando al rígido y torpe general Mark Naird (Carell) le encargan la jefatura de la recién creada FE, ante las justificadas burlas de los jefes de las otras tres fuerzas. El propósito de la FE es proteger a los satélites norteamericanos y establecer una base de operaciones en la Luna, antes de que lo hagan los chinos. Para ello Naird cuenta con la asesoría científica del Dr. Adrian Mallory (Malkovich) y su equipo, además de un par de asistentes personales, que generan los enredos y situaciones cómicas; especialmente el joven Tony, interpretado por el comediante Ben Schwartz. Hay muchas escenas en exteriores, frecuentes desplazamientos en aviones y helicópteros, viajes espaciales (con escenas en el interior de las naves y en el espacio libre) y hasta secuencias ambientadas en la Luna, todo hecho con efectos especiales de primer nivel. Por ello, Fuerza Espacial debe ser la comedia con mayor presupuesto de toda la historia de la televisión.

Por el lado de la comicidad, Carell y Daniels han optado por lo seguro: repetir de alguna manera la dinámica de The Office (TO): como en esa serie, Carell interpreta a un jefe bastante tonto, pero de buen corazón; las locuras están a cargo de él y de su ayudante (Schwartz, emulando al Dwight de TO); y además hay un personaje cuerdo y carismático, el Dr. Mallory (Malkovich sorprende con su mesurada y acertada performance cómica), con el que los espectadores nos identificamos (como el Jim de TO). Hay muchos gags y situaciones cómicas, algunos memorables; como cuando intentan que un mono haga reparaciones en un satélite, o cuando Naird se integra al entrenamiento del equipo de la futura base lunar. Pero en líneas generales, la serie logra más sonrisas que francas carcajadas; no se mantiene la “tensión” cómica (hay demasiados momentos muertos) y el humor, hasta en los mejores momentos, no tiene la fuerza ni la carga crítica esperadas.

La sensación de comedia “diluida” también se debe a algunas de las subtramas, enfocadas en aspectos de la vida “no militar” de los protagonistas. Naird está casado, pero su esposa (una desperdiciada Lisa Kudrow) está en prisión (¿un recurso cómico copiado de la serie Arrested Development?); así que él tiene toda la responsabilidad de la formación de Erin (interpretada por Diana Silvers), su ácida y problemática hija adolescente. Y como toda buena comedia cuenta (de a pocos) la historia de un romance aparentemente imposible, aquí hay por lo menos dos: el de Erin y un bonachón (aunque poco inteligente) soldado, y la del pequeño Dr. Chan Kaifang y la capitana Angela Ali (una musculosa afroamericana). Ambas historias quedan inconclusas, como la de la propia Fuerza Espacial, porque esta primera temporada termina con un muy efectivo cliffhanger (un grupo de personajes a punto de morir, en circunstancias que no revelaremos para no incurrir en spoilers), que hace casi segura la producción de una segunda temporada. Esperamos esos nuevos capítulos con medianas expectativas, porque Fuerza Espacial resulta, en el balance final, una buena comedia (no de las mejores), además de una de las más ambiciosas de toda la historia de la televisión.

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