Nos ha dejado una de las últimas grandes figuras de la edad de oro de la música criolla. Alicia Maguiña, cantante y compositora, murió en la madrugada del lunes, en el Hospital Rebagliati, como consecuencia de un accidente cerebro vascular. La autora de canciones tan reconocidas como “Indio”, “Viva el Perú y sereno”, “Negra quiero ser”, “Soledad sola”, entre muchas otras, también recopilaba temas tradicionales andinos; y los interpretaba en los escenarios dedicados a la entonces floreciente música criolla. Lograba así, como pocos artistas, la integración entre ambas vertientes musicales. Por sus canciones y destacada trayectoria artística recibió importantes reconocimientos, como La Orden del Sol del Perú (en el grado de Gran Oficial), y fue nombrada una de las cinco Mujeres del Bicentenario.
Nacida en Lima, el 28 de noviembre de 1938, en el seno de una familia acomodada, Alicia Maguiña pasó toda su infancia en Ica, tierra a la que después dedicaría varias canciones. A los trece años su familia se trasladó a Lima, y ella concluyó sus estudios escolares en el Colegio Santa Úrsula. Desde muy joven frecuentó a destacadas personalidades del ambiente cultural limeño, y con ellos descubriría la música criolla; la marcaría especialmente la voz de Jesús Vásquez, conocida como La Reina y Señora de la Canción Criolla. Metódica y empeñosa desde su juventud, pasaría pronto (a los 15 años de edad) a estudiar canto, piano y guitarra; esto último nada menos que con el maestro Oscar Avilés. Poco después, en 1956, estrenaría su primera composición, el vals “Inocente amor”, interpretado por el trío Los Troveros Criollos. Muy joven también se casó con Eduardo Bryce Echenique (hermano del escritor Alfredo Bryce Echenique). En esta primera etapa de su trayectoria la canción más importante es “Indio” (1963), aquella que empieza con los versos “La luz se hizo sombra, y nació el indio…”, y que ha sido interpretada por innumerables cantantes peruanos y extranjeros.
En la segunda mitad de los años sesenta Alicia Maguiña, ya convertida en una destacada figura de nuestra escena musical, se divorcia y decide casarse con el guitarrista Carlos Hayre (de raza negra), lo que fue motivo de escándalo. Pero al lado de Hayre la cantante da un nuevo impulso a sus canciones y a sus presentaciones: su música abarca nuevos ámbitos (la ya mencionada tradición andina) y ella va ganando mayor presencia escénica, ya sea bailando marinera (arte que también aprendió de los mejores maestros, y que ella misma enseñó hasta muy avanzada edad) como con el empleo de lujosos trajes típicos de todo el Perú. Por eso son memorables sus presentaciones en programas de televisión como “Danzas y canciones del Perú”, en las que su trabajada voz y altísimo registro vocal, sus bailes y sus trajes, marcaban una notoria diferencia con los demás cantantes y grupos musicales.
A inicios del año pasado Alicia Maguiña publicó el libro autobiográfico Mi vida entre cantos (USMP), en el que relata diversos episodios de su vida, además de recopilar fotografías, letras de canciones, notas periodísticas. Un valioso testimonio sobre la vida y obra de una de las grandes figuras de la música popular peruana.
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