Sobre las obras teatrales La tectónica de las nubes y Volar
Así como los protagonistas de los cómics tienen siempre poderes especiales e identidades secretas, y los de las películas de acción se recuperan de los peores golpes y heridas en cuestión de segundos, los protagonistas del teatro contemporáneo resultarían seres solitarios y soñadores que se enamoran a primera vista y cuyos sentimientos trascienden el tiempo y el espacio aéreo, pues también están obsesionados con el vuelo y las nubes. A esa conclusión llegaría quien ve las obras La tectónica de las nubes y Volar, actualmente en cartelera en Lima.
La Tectónica de las nubes es una obra de José Rivera, joven autor portorriqueño y discípulo de García Márquez. Es la historia de una extraña pareja: él, Aníbal de La luna, es un latino en Estados Unidos que en una noche lluviosa le da un aventón a una joven mujer embarazada, Celestina del Sol. Ella parece no estar muy cuerda, especialmente en lo que respecta al paso del tiempo, pero aún así él se enamora de ella y pasan juntos una noche que en realidad es varios años. Sólo hay otro personaje más en escena, Nelson (hermano de Aníbal) quien llega sorpresivamente esa noche a la casa de Aníbal y... se enamora a primera vista de Celestina. Al final, en medio de elementos cósmicos y sobrenaturales (la conocida parafernalia del realismo mágico) Aníbal y Celestina tiene un hijo que se apellida Del Sol y de la luna.
A lo inverosímil de los sucesos se suman algunos monólogos pretensiosamente poéticos y demasiado extensos. Todo un reto para el director, Leonardo Torres, quien debería haber trabajado mucho con sus actores para que la puesta en escena supere esos problemas del texto original. Pero no lo hizo, y los largos monólogos de Aníbal resultan aún más tediosos por la monotonía y falta de matices de la voz del actor. Y la forma de desplazarse y comportarse en escena de la actriz que hace de Celestina convierten a ésta en una especie de loca más temible que “amable” para los espectadores. Ni cataclismos naturales ni camas flotando entre nubes logran darle mayor interés al tedioso texto.
Volar es una obra escrita y dirigida por Mariana de Althaus y cuenta la historia de Vera y Andrés. Ella es presentadora de un programa de televisión y él un yuppie aficionado a volar usando ala delta. Ambos son tímidos y solitarios, y cuando ella tiene que entrevistarlo sucede lo previsible, se enamoran a primera vista. Desde entonces se encuentran y sostienen largas conversaciones; pero sólo en sueños y bajo la luz de la luna. En esos sueños también participan sus ángeles de la guarda y hasta un malvado demonio. No suceden muchas cosas, y casi toda la obra se limita a diálogos en los que los protagonistas y sus ángeles hablan de la soledad y necesidad de afecto. Final y previsiblemente, lo protagonistas se suicidan.
En Volar sí vemos a los actores esforzarse por hacer bien sus papeles y entregarnos una obra interesante; es el caso de Miguel Iza, el “diablo guardián”. Pero es un esfuerzo inútil, pues además de no tener acciones, el texto tampoco ofrece oposiciones o tensiones dramáticas, y los diálogos más que oníricos o surrealistas (como pretendió la autora), resultan terriblemente adolescentes. Adolescentes tanto por el tipo de humor y las referencias (cómics, música pop, series de dibujos animados); como por la temática que gira en torno al amor idealizado (asexuado y aún por conocerse), la búsqueda de la propia identidad personal o el descubrimiento de la muerte. Y también por la “inocencia” y superficialidad con que todos estos temas son tratados.
Y ese es precisamente el mayor defecto tanto de La tectónica de las nubes como de Volar: nos presentan personajes solitarios y faltos de amor; pero no profundizan en sus caracteres ni sus emociones. Sólo los muestran como seres etéreos e incomprendidos que, ante lo problemático de la supervivencia cotidiana, preferirían vivir flotando en el aire. Sus largos discursos no intentan encontrar las causas o consecuencias de la soledad y el desamor, sólo se limitan a hacer juegos retóricos con viejos y gastados lugares comunes. Esos rasgos hermanan a estos personajes con los ya mencionados protagonistas de cómics y películas de acción; y más aún con los de las telenovelas. El teatro no necesita caer en estos vicios de la cultura de masas para mantenerse vigente.
La Tectónica de las Nubes
De José Rivera
Dirección Leonardo Torres Vilar
Elenco: Carmen Aída Febres, Sergio Llusera, Roger del Águila y Carlos Gassols.
Centro Cultural de la PUCP
Volar
De Mariana De Althaus.
Dirección: Mariana De Althaus.
Elenco: Santiago Maguill, Denise Arregui, Miguel Iza, Lita Baluarte y Rómulo Assereto.
TEATRO BRITÁNICO
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