La pluma y la ley

Ramos
Carlos Ramos. La pluma y la ley. Abogados y jueces en la narrativa peruana (Fondo Editorial U. de Lima, 2007)

Magíster en derecho y profesor en las universidades Católica y de Lima, el jurista Carlos Ramos Núñez (Arequipa, 1960) es autor de importantes libros dentro de su especialidad, incluyendo una Historia del Derecho Civil Peruano (seis tomos) que le significó el Premio Internacional Zorraquín Becú 2006. Con la misma tenacidad de investigador e historiador, acaba de publicar el libro La pluma y la ley. Abogados y jueces en la narrativa peruana que abarca casi dos siglos de nuestra narrativa, desde Manuel Ascencio Segura hasta Santiago Roncagliolo.

Son dos las secciones en las que el autor desarrolla su propuesta, las que están dedicadas a las especialidades mencionadas en el título. En Narradores y abogados, Ramos reúne once ensayos en los que analiza la presencia de abogados en la obra de un narrador peruano, lo que incluye tanto a autores canónicos –Ciro Alegría, José María Arguedas, Manuel Scorza– como narradores contemporáneos: Alonso Cueto, Jaime Bayly y Jorge Eduardo Benavides, entre otros. Algo similar ocurre en la sección Jueces, las dos caras de Jano, compuesta por doce textos dedicados a las obras de Segura, López Albújar, Thorndike, Roncagliolo, entre otros.

Resulta destacable en ambas secciones la documentación y el riguroso estudio de las características de los abogados, jueces y "tinterillos" de las ficciones. Estas cualidades se mantienen en la sección central del libro: Tres abogados frustrados: Vargas Llosa, Ribeyro y Bryce Echenique, que estudia con mayor detenimiento las obras de estos importantes narradores, tan directamente relacionados con el derecho, en las que abundan abogados, jueces y también reflexiones sobre la imperfecta y muchas veces corrupta justicia peruana: "el derecho es una técnica amoral que sirve al cínico que mejor la domina" (cita de Los cuadernos de don Rigoberto).

Sin incursionar en ningún momento en la crítica literaria, el autor, en su afán documental, llega a veces a darle igual importancia a textos fundamentales de nuestra narrativa (Los ríos profundos, Los perros hambrientos) y a obras literariamente muy menores. No obstante, de los casi 30 ensayos que constituyen La pluma y la ley, el más logrado es, sin lugar a dudas, Ribeyro: ser abogado, ¿para qué?, en el que la experiencia de Ribeyro como abogado es leída en contrapunto con la de Ludo Tótem, el protagonista de su novela Los geniecillos dominicales, y los testimonios autobiográficos de La tentación del fracaso.

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