Desde hace algunos años, la temática dominante entre las películas premiadas en la noche del Oscar es la inclusión social, el llamado “activismo”: la búsqueda de reconocimiento de los derechos y los logros de sectores marginados o postergados de la población de Estados Unidos y el mundo en general. Y en esta 93° edición hay un amplio contingente de este tipo de películas, entre ellas las nominadas a los premios más importantes: “Nomadland”, casi un testimonio de las dificultades que pasan los adultos mayores y en situación de pobreza en EE.UU.; “El sonido del metal”, enfocada en la comunidad de sordos; “Minari”, la historia de una familia de migrantes surcoreanos en la Norteamérica rural.
De todas ellas, destaca claramente “Nomadland”, la casi segura gran ganadora de esta edición de los Oscar. La película sigue a Fern (interpretada por Frances McDorman), una mujer mayor que, ante la muerte de su esposo, decide pasar el resto de su vida viajando por el oeste de Estados Unidos. Así, se integra a una curiosa comunidad de ancianos “nómadas”, que se desplazan constantemente de una ciudad a otra buscando trabajos eventuales, y esperando con resignación la llegada de la muerte. Un drama intenso, basado en historias de la vida real (incluso hay algunos personajes que se interpretan a sí mismos), y que la directora china estadounidense Chloé Zhao (Pekín, 1982) ha convertido en una película de excelente factura, una original combinación de documental y road movie. “Nomadland” ya ha obtenido numerosos premios, entre ellos el Globo de Oro y el BAFTA, y con toda seguridad se llevará el Oscar a “Mejor película”; y Zhao, el de “Mejor director”, convirtiéndose en la segunda mujer en recibirlo.
Dos han sido los grandes temas mundiales en el año pasado: la pandemia y el racismo. La muerte del afroamericano George Floyd (en el mes de mayo, en Minneapolis), víctima de abusos policiales, desencadenó una serie de multitudinarias protestas en EE.UU. y puso en primer plano mundial al movimiento Black Live Matters. En esta edición del Oscar hay numerosas películas que abordan directamente esta problemática: “Judas y el Mesías negro”, “La madre del blues”, “Una noche en Miami”, “El juicio de los 7 de Chicago”. De todas ellas, la que podría dar una sorpresa es “Judas…”, que cuenta la historia de Fred Hampton (1948-1969), el joven líder de las Panteras Negras, la organización nacionalista afroamericana que a finales de los años sesenta fue considerada por el FBI como “la mayor amenaza interna para la seguridad del país”.
La película nos muestra a un carismático Hampton –interpretado por el británico Daniel Kaluuya– quien trabaja para reunir a todas las fuerzas que entonces estaban buscando la reivindicación de la comunidad afroamericana; una especie de Mesías, que se preocupaba especialmente por la alimentación y la salud de niños y los más pobres. Pero esta historia es contada desde la perspectiva de Bill O’Neal (interpretado por el actor y rapero Keith Stanfield), un cercano colaborador de Hampton, que en realidad era un infiltrado en el movimiento; el Judas que traiciona a su líder proporcionando toda la información para que lo encuentren y asesinen. Un crimen que hoy los expertos consideran que fue organizado por el propio FBI. “Judas y el Mesías negro” podría ser la gran sorpresa de la noche del domingo, como lo fue “Luz de luna” en 2016; y Kaluuya es el casi seguro ganador del Oscar a “Mejor actor de reparto”.
Otro tema de gran actualidad es la lucha contra el machismo y por la igualdad entre hombres y mujeres. En este caso, la película más representativa es “Hermosa venganza” (Promising young woman), que cuenta la historia de Cassie (interpretada por Carey Mulligan) una joven y prometedora estudiante de medicina que, tras un incidente de abuso sexual, lo abandona todo para dedicar su vida a vengarse de cierto tipo de hombres. La directora, la debutante Emerald Fennell, le da a película dinamismo, efectividad y una fuerte dosis de humor negro. Acaso demasiado efectismo y humor negro, porque “Hermosa venganza” ha generado fuertes polémicas entre los críticos y entre las propias feministas. Está nominada a nada menos que cinco premios importantes (“Mejor película”, “Mejor director”, “Mejor actriz”, etc.) así que de todas maneras será una de las protagonistas de la noche del Oscar.
Hay otras dos películas que parecen seguras ganadoras. Como “Mejor película de animación”, se debe imponer “Soul”, la nueva obra de los estudios Pixar, que tiene una temática adulta: un músico de jazz que, tras morir en un accidente, tiene la oportunidad de volver a vivir, cambiando radicalmente sus prioridades personales. Un canto a la vida, como también lo es –de una manera bastante más oscura– la película danesa “Druk” (Otra ronda), que postula a “Mejor película internacional”, dirigida por Thomas Vinterberg –el fundador del legendario grupo Dogma 95– y protagonizada brillantemente por Mads Mikkelsen.
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