Rendición


Ciudad de cristal


El Premio Alfaguara de Novela ha llegado a su vigésima edición convertido en uno de los más importantes concursos literarios del mundo de habla hispana, tanto por el monto que le otorga al autor ganador (175,000 dólares) como por la amplia difusión que tiene la obra en toda Latinoamérica y España. Literariamente, el premio ha tenido aciertos y caídas; entre los primeros está sin duda novelas como Delirio (2004) de la colombiana Laura Restrepo y La piel del cielo (2001) de la mexicana Elena Poniatowska. Precisamente Poniatowska fue la presidenta del jurado —integrado también por el peruano Santiago Roncagliolo— que eligió como ganadora de la vigésima edición a la novela Rendición (Alfaguara, 2017), del escritor español Ray Loriga, libro que ya está en nuestras librerías.

Rendición es una novela atípica. Está narrada por su innominado protagonista, un hombre de campo, quien junto con su esposa y un pequeño huérfano enfrentan los momentos más álgidos de una guerra también innominada. La pequeña familia (los dos hijos mayores de la pareja han sido reclutados y desaparecido en combate), se ve obligada a quemar su casa y hacer un peregrinaje hacia un misterioso refugio: la ciudad transparente. Así, tras esta primera parte “realista”, las siguientes dos tienen lugar en esa ciudad, un escenario propio de los más audaces relatos de ciencia ficción: cubierta completamente por una cúpula transparente, en la ciudad todas las edificaciones están hechos de cristal o algo parecido, incluso las paredes interiores de las casas, por lo que todo es transparente.

Y no solo eso, la vida en esa ciudad remite directamente a las distópicas sociedades descritas en las novelas de Orwell y Huxley: deshumanizadas (las personas ni siquiera tienen olores corporales), con los habitantes en permanente observación (el motivo de la transparencia) y con una falsa “felicidad” impuesta por el Gobierno, apelando incluso a añadir drogas al agua potable. Todo está ordenado y normalizado, desde los puestos de trabajo hasta la diversión, pues hay bares donde se reparte cerveza gratuitamente. Pero no está permitido ningún tipo de disidencia; y el protagonista comienza a tener problemas por solo querer saber el destino final de sus hijos mayores. Por supuesto, esta extraña sociedad es solo una alegoría de los regímenes totalitarios —también del mundo actual, como ha señalado Poniatowska— y de cómo los vínculos tradicionales —la pareja, la familia, la amistad— se convierten en elementos subversivos en este contexto.

Ray Loriga (Madrid, 1967) es un escritor bastante conocido y con una larga trayectoria creativa, que abarca una decena de novelas previas —desde Lo peor de todo (1992) y la famosa Héroes (1993) hasta Za Za, emperador de Ibiza (2014) además de libros de relatos, guiones cinematográficos y hasta canciones de rock (escribió letras para Cristina y los Subterráneos). En Rendición su mayor acierto es relatar desde el punto de vista de una persona muy simple, que a pesar de no entender bien el funcionamiento de la ciudad transparente sabe, partiendo del sentido común y de cierta sabiduría popular, que todo eso es una locura. Por su inicial actitud acomodaticia ante esa locura, la crítica ha comparado a este personaje con Sancho Panza o con algunos personajes de Kafka. Los puntos débiles de la novela están más bien en los bastante obvios “préstamos” de las más conocidas ficciones distópicas, literarias y cinematográficas. Loriga ha pretendido renovar este cada vez más recurrente subgénero narrativo,y aunque no lo ha logrado plenamente, Rendición resulta de todas maneras una novela interesante.

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