Cortos
Alberto Fuguet. Cortos (Alfaguara, 2004)
Antes de iniciar su primera película, Se arrienda (estrenada hace poco en el Perú), el escritor y cineasta Alberto Fuguet (Santiago de Chile, 1964), publicó el libro Cortos, un conjunto de ocho relatos de carácter experimental, en los que intenta asimilar a la narrativa literaria ciertos motivos y recursos propios de la cinematografía. Road story, uno de estos relatos, es casi una nouvelle de 60 páginas que remite inequívocamente al road movie: un hombre (el chileno Simón, recién divorciado) que recorre el sur de EE.UU, descubriendo en el camino a Adriana, una boliviana de la que se enamora. La historia es contada a través de pequeñas viñetas, cuadros en los que Fuguet describe concisamente episodios de ese viaje.
La misma técnica es empleada en Santiago, relato de una temática similar (viajes y búsqueda emotiva) y protagonizado por otro chileno que recorre EE.UU., Latinoamérica y su propia patria. La estructura episódica, los continuos flashbacks y los constantes cambios geográficos subrayan el desarraigo de Santiago, su sensación de no pertenecer a ninguna parte. Un rasgo frecuente en los protagonistas de la narrativa de Fuguet y que seguramente tiene su origen en la propia biografía del autor, quien nació en Chile pero ha pasado largas etapas de su vida en Norteamérica
Santiago y Road story tienen por eso bastante de testimonio personal y generacional, además de varios personajes en común. De otro tipo es la experimentación realizada en aquellos cuentos basados casi exclusivamente en los diálogos de los protagonistas y sin intervenciones del narrador. El recurso funciona mejor en El Far West, una conversación entre un periodista y un joven que ha sido abaleado por su propio padre (historia recogida en Se arrienda) que en La hora mágica (matiné, vermouth y noche), extensa historia de amor, presentada en formato de guión cinematográfico, y uno de los textos más débiles del libro. En los cuatro relatos mencionados queda en claro que la aproximación al cine forma parte del rechazo del autor a ciertas convenciones de la narración literaria, especialmente a ese narrador omnisciente y con buena prosa consagrado por siglos de tradición.
Así se puede entender la presencia en este conjunto de cuentos como Prueba de actitud, Hijos y Más estrellas que en el cielo, todos escritos en primera persona y con un lenguaje que va de las oraciones cortas y elementales del primero hasta el peculiar spanglish, lleno de alusiones a la cultura de masas, del último: "Cuando llegué a los States hablaba como Tony Montana, me acuerdo. Scarface, Pacino. Who do I trust? Me! No anymore, carnal". Estos cuentos, irregulares, con casi tantos aciertos como deslices, muestran algunas de las mayores virtudes narrativas de Fuguet, como su capacidad para crear situaciones dramáticas y el creativo trabajo con la retórica literaria.
No son pocos los escritores que están tratando de adaptar el lenguaje de los medios audiovisuales a la literatura; pero en la mayoría se trata sólo de la búsqueda de fórmulas para la elaboración de bestsellers. Para Fuguet, autor de cinco libros de narrativa, algunos de ellos bastante exitosos, la experimentación (la aproximación al road movie) responde más a necesidades expresivas relacionadas con sus temas y obsesiones personales. Por ello Cortos, a pesar de sus altibajos, resulta un libro de interés y uno de los mejores dentro de la obra del escritor chileno.
En la revista Letras de Chile se puede leer el cuento Hijos.
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1 comentario:
me parece interezante http://www.swatcr.com
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