Etapas del espíritu


En 1960 se entregó por primera vez el premio “Poeta joven del Perú”, y los elegidos fueron Javier Heraud y César Calvo, ambos entonces con menos de veinte años de edad. Desde entonces y hasta el año 1999, el premio —siempre impulsado por el poeta Marco Antonio Corcuera (Trujillo, 1917-2009)— ha sido otorgado a poetas tan importantes como Luis Hernández, José Watanabe, Juan Ojeda y Monserrat Álvarez, por mencionar algunos. Tras más de quince años, el certamen se volvió a convocar el año pasado, esta vez bajo el auspicio de la Fundación Marco Corcuera y la Universidad de Piura. Y el primer premiado en esta segunda etapa ha sido el poeta Roy Vega Jácome (Lima, 1988) por su libro Etapas del espíritu / Runas grabadas en la piel (Cuadernos Trimestrales de Poesía, 2017). 

Con estudios de Literatura en la Universidad de San Marcos, Roy Vega ya es un poeta reconocido y premiado. Su primer poemario Rumores de un arpa retorciéndose en la hoguera (2014) obtuvo una mención honrosa en el concurso de Poesía José Watanabe, que organiza la APJ; y su segundo libro Muestra de arte disecado (2016) obtuvo el Copé de Plata en la Bienal de Poesía organizada por Petroperú. En ambos libros, Vega destaca por la “versatilidad y el dominio de las formas poéticas”, según afirma el poeta y crítico Hildebrando Pérez, así como por su conocimiento de nuestra tradición poética, de la que recoge valiosas enseñanzas; especialmente de los surrealistas de la generación del treinta (Moro y Westphalen) y de la generación del sesenta (Cisneros y Hernández), a quienes cita reiteradamente.

Etapas del espíritu… está compuesto por una veintena de poemas divididos en cinco secciones. En la primera, “Miniaturas”, están los textos que remiten a la infancia, a sus primeras experiencias personales y literarias. En “Antielegías” se reúnen textos dedicados a escritores y artistas que han influido en esta poesía. En “Ella y la otra” se trata de poemas de temática amorosa, en “Diálogo de los oficios ciegos” son poemas más reflexivos; y en la última sección, cuyo título es el del libro, encontramos cinco textos en prosa, los más ambicioso y logrados de todo el conjunto. En general, las secciones difieren bastante entre sí, no solo temáticamente sino también en los aspectos formales y hasta visuales. Por ejemplo, solo en la cuarta sección se usa el símbolo “/” para separar los versos, a la manera de ciertos poetas anglosajones.

Si en sus anteriores poemarios Vega a veces caía en excesos retóricos, en este —por el contrario— apela más a la simpleza y a las experiencias infantiles y juveniles. Así, Etapas del espíritu / Runas grabadas en la piel parece, ya desde el título, un ajuste de cuentas del autor con una primera etapa de su vida y obra, que incluso ya parecía superada en Muestra de arte disecado. Sin duda se trata de un poemario de “juventud”, y por ello acorde con el prestigioso premio que ha obtenido.

No hay comentarios: