Esta es la historia de Marinella

Itinerarios de la memoria


Profesor universitario y diplomático, Bruno Podestá (Lima, 1946) tiene publicados libros de casi todos los géneros literarios. Inicialmente fue ensayista, con títulos como Pensamiento político de González Prada (1975), Sobre el militarismo – Bajo el oprobio (1978) y César Vallejo: Su estética teatral (1985). Después abordaría la narrativa, con el libro de memorias Viento norte: Itinerarios de la memoria e identidad (1995) y los libros de relatos A propósito del silencio (2005) e Islandia (2008); y hasta la poesía, en algunos textos de Preguntas prohibidas (2010). Su más reciente entrega es Esta es la historia de Marinella (Lápix editores, 2016), compuesto por tres relatos de migrantes que giran en torno a un personaje común.

El primer relato es “Conversación en el Café Bacacay”, una larga conversación entre Gianni (el personaje común) y Anselmo, un viejo trotamundos peruano. Las anécdotas que este último cuenta abarcan una larga lista de países: Cuba, Uruguay, Francia, España, Chile, Turquía, etc. Y también diversas localidades del Perú. En todas esas historias prima el gran sentido del humor de Anselmo y también una cierta alegría de vivir. Finalmente Anselmo le hace una confesión a Gianni: está perdiendo la memoria y teme que todas estas historias y recuerdos personales se diluyan finalmente en la nada. Memoria, identidad y escritura son los temas que asoman sutilmente en este divertido relato, escrito de manera sencilla pero con precisión.

El segundo relato es “Esta es la historia de Marinella”, el más extenso y ambicioso del libro. Aquí el viajero es Gianni (Giovanni Aiello), quien al inicio se encuentra en París, tratando de ganarse la vida como oficinista. Las peculiares peripecias con sus compañeros de trabajo y las conversaciones con un amigo sacerdote se ven interrumpidas por una emergencia familiar en Lima, pues su prima Marinella ha tenido una crisis y ha sido encerrada en un manicomio. De regreso en Perú, las conversaciones de Gianni serán con el psiquiatra de su prima, el doctor Quirón (del mítico centauro tutor de Aquiles), quien finalmente lo convence de ir a vivir al manicomio. Así, la narración pasa del humor casi costumbrista del inicio a la atmósfera kafkiana de las últimas páginas. En el epílogo del libro Marta Labraga hace una extensa interpretación de este cuento, resaltando “la exploración de los límites de los extravíos y los deseos de los hombres en la búsqueda de sentido”.

El último relato es “Hotel Península” y nos remite a un episodio de la infancia de Gianni: la llegada al Callao de Nicoletta, una joven prostituta europea, quien se instala en el hotel del título para escándalo de los chalacos más conservadores. Gianni, de ocho años, se hace amigo de Nicoletta, que se convierte en algo así como su primer amor. Nuevamente aparecen los temas de la memoria y la identidad, que dan unidad a estos relatos y a toda la obra narrativa de Bruno Podestá.

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