José Rosas Ribeyro (Lima, 1949) fue uno de los protagonistas de la efervescente escena poética peruana de los años setenta y por ello J. M. Oviedo lo incluyó en la antología generacional Estos 13. Poco después, en México, sería uno de los iniciadores del movimiento infrarrealista, con el chileno Roberto Bolaño y otros escritores. A pesar de ese intenso activismo literario, su primer libro, Currículum mortis lo publicó recién en 1985. A ese poemario ha sumado unos pocos más, el más reciente Contemplaciones. Apuntes de un sobreviviente (Paracaídas, 2013).
Rosas Ribeyro ha reunido en este nuevo libro 48 poemas (sin títulos, solo numerados) que giran en torno a la vejez, el deterioro y la muerte. La perspectiva es la de un hombre mayor y solitario, al que ciertas cosas, situaciones y lugares llevan a recordar momentos y personas importantes en su vida. Pero no se trata de reflexiones sombrías ni largas remembranzas, sino de pequeños apuntes nostálgicos a los que el autor otorga un humor entre irónico y grotesco: “Se me han gastado / el alma y la conciencia / y los rizos infantiles / y los conejos de los dedos”.
Como se aprecia, el poeta ha renunciado a los versos largos y a la narratividad de sus poemas de juventud, optando esta vez por versos sencillos y breves, que dan vueltas sobre sí mismos y en los que la anáfora (repetición de una o más palabras al inicio de varios versos) es el recurso retórico más empleado. Por esas repeticiones y por su simpleza, los poemas de Contemplaciones son como canciones populares, de esas que no evitan los lugares comunes y en las que, con un poco de suerte, encontramos algunos versos de interés.
Otros textos sobre Contemplaciones. apuntes de un sobreviviente: Gabriel Ruiz Ortega, José Carlos Yrigoyen, Cecilia Podestá.
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