Diario de un mal año
J. M. Coetzee. Diario de un mal año (Mondadori, 2007)
El escritor sudafricano J. M. Coetzee (Ciudad del Cabo, 1940), Nobel de Literatura 2003, ha intentado incorporar elementos de ensayo a sus más recientes novelas. Para ello se ha valido del personaje Elizabeth Costello (2003), protagonista del libro del mismo nombre y cuya abrupta aparición en Hombre lento (2005) produce un quiebre metaliterario en la ficción. En esa misma línea, pero sin la presencia de Costello, la reciente novela de Coetzee Diario de un mal año (Mondadori, 2007) resulta más original y lograda que sus predecesoras.
Casi todas las páginas del libro están divididas en tres sectores. En el primero, el mayor, se presentan los ensayos escritos por J.C., un laureado y anciano escritor (casi un alter ego del autor) que opina con bastante libertad y rigor sobre diversos temas: filosofía, actualidad política, matemáticas, pedofilia, etc. En el segundo sector el propio J.C. va narrando sucesos que vivió mientras escribía esos ensayos, especialmente la relación con su joven vecina Anya (por la que se siente atraído), quien lo ayuda a mecanografiar los textos. En el último sector aparecen conversaciones entre Anya y su esposo Alan, siempre en torno a J.C. y sus textos.
Esas tres áreas, que recuerdan las divisiones de la pantalla en las primeras películas de Brian de Palma, corresponden también a tres diferentes aspectos de la personalidad de J.C.: su desempeño como intelectual respetado, conciencia y "gurú" (así lo llama despectivamente Alan) de su tiempo; su vida cotidiana de hombre viejo, torpe y descuidado, pero siempre gentil. Por último, las crudas conversaciones de Anya y Alan (una ex prostituta y un estafador) señalan los aspectos más oscuros de J.C., entre los que se cuentan los sublimados intentos de seducción a Anya, las ansias de reconocimiento y el interés económico que lo lleva a escribir los ensayos.
De alguna manera cada uno de estosos tres niveles está relacionado con lo abstracto, lo humano y lo utilitario, a medida que se hace más sólida la relación de Anya con J.C esos niveles se van acercando. Los ensayos finales tratan más del arte (Bach), la literatura (Tolstoi, Dostoievski) y, a pedido de Anya, también de sueños y recuerdos personales; la propia Anya evoluciona, rompe su relación con Alan e inicia una nueva vida en otra ciudad. Diario de un mal año es una buena novela, que condensa temas y motivos de la narrativa de Coetzee en una historia densa y breve, creada para ser leída en paralelo al conjunto de sus ensayos más recientes, ya valiosos por sí mismos.
Se pueden leer las primeras páginas de la novela en El Cultural y otros fragmentos en La Nación.
Otros textos sobre Diario de un mal año: Luis F. Afanador, Federico de Cárdenas, Ignacio Echevarría, El Censor, Luis Esnal, Alejandro Gándara, José María Guelbenzu, Germán Gullón, Claudio Isaac, Federico Marín, Elisa Salzmann.
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