Dolores Morales de Santiváñez
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Obra reunida,
Poesía
Roger Santiváñez. Dolores Morales de Santiváñez (Hipocampo,2006)
Sinuoso y difícil es el camino recorrido por el poeta Róger Santiváñez (1956) desde su Piura natal hasta Filadelfia (EEUU), donde actualmente reside. Entre ambos extremos está su larga permanencia en Lima, que lo convirtió en uno de los más notorios representantes de la poesía urbana, bohemia y marginal. Santiváñez acaba de publicar el libro Dolores Morales de Santiváñez. Selección de poesía 1975-2005, en el que reúne casi todos sus poemarios completos, además de una gran cantidad de textos inéditos o recuperados de plaquetas y revistas.
Educado en un colegio jesuita en Piura, el poeta inició sus estudios de Literatura en la U. de San Marcos a mediados de los años 70. Ahí, en el taller que dirigía Marco Martos, conoció a otros jóvenes poetas (Enrique Sánchez, Luis Alberto Castillo, Edgar O’Hara) con quienes formó el grupo La Sagrada Familia (1977-79). Entonces publicó su primer libro, Antes de la muerte (1979), que contenía poemas como Martín Adán / Oda y Homenaje a Ernesto Che Guevara, además de múltiples alusiones a poetas como Rimbaud y Luis Hernández (entonces sus paradigmas vitales) y versos en los que describe la ciudad: "Centro de Lima. Sucio y maldito. Bello ritmo y pavimento / Jirones golpeados y escupidos/ ...Rabia y droga, rameras y asaltantes...".
En los años 80, Santiváñez formó parte del resurgimiento del grupo Hora Zero, y fundó y lideró el polémico Movimiento Kloaka, conformado por Domingo de Ramos, Guillermo Gutiérrez, Mariela Dreyfus, Mary Soto y otros. La poética de Kloaka estaba basada en la radicalización del vitalismo y el coloquialismo de la poesía urbana previa, llegando al lenguaje lumpenesco. Siguen estas propuestas los libros de Santiváñez Homenaje para iniciados (1984), El chico que se declaraba con la mirada (1988) –en los que se despide de la adolescencia con poemas marcados por el erotismo y la temática amatoria–y Symbol (1991), “escrito en el idioma que se habla por las calles de Lima, después de la medianoche”.
A inicios de los 90, la prolongada bohemia comenzó a generar una serie de problemas y sucesos extraños en la vida del poeta (se cortó las venas en la Plaza San Martín) que lo conducirían a su propia temporada en el infierno: “...he vivido un tiempo –el suficiente, el necesario– en un hospital para enfermos mentales”, confiesa en Insane asylum, una plaqueta publicada en 1989 e incluida en este libro. A partir de esa experiencia, sus libros combinan lo urbano y el erotismo con símbolos de carácter religioso y místico, aunque manteniendo siempre un tono irónico e irreverente. Esa nueva etapa se inicia con Symbol y continúa con Cor Cordium (1995), Santísima Trinidad (nouvelle, 1997) y Santa María (2001).
La salida a la crisis (“Esa vida, llena de alcohol y de drogas, me estaba matando”, ha declarado recientemente) se le presentó al poeta en 2001, con una beca para continuar sus estudios de Literatura en EEUU. Radicado desde entonces allí, Santiváñez ha optado por una vida más reposada y estable, y ha publicado dos nuevos libros: El corazón de zanahoria (2002) y Eucaristía (2004). A sus 50 años, está culminando su doctorado en Literatura Latinoamericana en la U. de Temple (Filadelfia) y en Dolores Morales ha reunido por primera vez el conjunto de su interesante aunque controversial obra poética.
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1 comentario:
Copio algunos de los más recientes poemas publicados por Roger Santiváñez.
ICONO
sortilegio suave sonoro sentido
bajo el sueño sonreído de tu fresca boca
es siempre el río cooper que me baña
con dorada lluvia cual perfecta danae
estrella de puntas romas en la cima
de un agudo clima que me quema
desde el fondo de tu corazón tan
blanco el bello azúcar de tu quena
reconozco las notas de aquella canción
viene de arcadia ombligo de dibujado putti
o en la nieve intocada del país andino
nadie toca la canción sólo yo & la memoria
de tus formas presas bajo seda
o blue jean chicha el amor en cana.
LA LATA CHINA
Aún conserva el fino aroma del té
increíble su constancia en una esquina
de la vieja cocina de mi madre.
A través de los años y los viajes
la he visto inmóvil en su sitio,
encima del lejano aparador
en la casa de Junín 381, muerta
niñez y pubertad infinita aquí
en Santa Isabel de nuevo la alacena,
el lavadero y la esquina con su lata.
Nadie la usa. Olvidada permanece y
es roja y es negra y es dorada.
La miro diariamente y no entiendo
qué hace allí embadurnada de tiempo.
No he podido tocarla, quizás si la abro
brote un genio oriental
el espíritu de este fino atardecer,
su dueña original.
LA SALA
Estamos frente al TV, pretérita
descansa la radiola Telefunken.
Ignoro el nombre de la tela
de los muebles, sólo sé
que son rugosos
y de un azul fosforescente,
como la memoria
del pasado esplendor; hoy
desvencijados rodean el bronce
y el mármol de la mesa
de centro, ausente el aroma
del jazmín que Madre
procuró. Un gobelino
del Buen Pastor y Las Meninas
souvenirs del tour
de mis padres por Europa
y los retratos en plaqué;
Mis viejos jóvenes, ella
a lo Bonnie and Clyde
y sobre todo el lienzo de Alapa:
Qué verde era mi valle decía
mi padre ensimismado, como
en el film de Hollywood, pero
era su Mantaro perdido
para siempre en estos
finos desiertos desolados.
Ahora queda el cuadro,
nada más, la sala
desordenada y todos cautivos
frente al TV por cable
hasta morir.
LOS PUEBLOS
Camino de los pueblos del norte, va el sol
y es así de simple
como la pobreza de aquellas poblaciones
en que la tarde duerme envuelta en tierra triste
Allí están los burros, o la caña
para matar de silencio o de belleza el paisaje
allá la luna cuando nadie se acuerda de mirarla
Esta es la historia de los ríos
de los valles más extraños siempre al borde de un desierto
amplio y largo hasa el pánico
Son esos pueblos. Los más solitarios
se hunden en la arena
y no hay todavía avisos luminosos
sino la misma soledad de algunso años antes
esos son los pueblos que siguen aguardando
con sus techos de paja
con un aire que muere sin los barcos
Hay una bicicleta sobre la calle asfaltada
suponemos que están doblados
hacia el sembrío
y que el sudor no mancha los arroces
sin embargo siguen perdidos
el país no existe sino un puente
que ha de llevar a alguna parte
Nada nos indica que conocen
sino sólo que viven deslomándose
que las noches avanzan como un vaho
y que es bien poco
lo que en realidad les pertenece
DOLORES MORALES
1
estrella nocturna
me hablas con tus frases
secretas. ¿quién eres?
me pregunto en la solitaria
habitación donde contemplo
el cielo oscuro de mi pubertad
hay belleza en los objetos
sacramentales de este altar,
en el aire purísimo de la mansión
divina en que rezo mis oraciones
cotidianas
revelada profecía
dime suavemente tu canción
más augusta, el frescor del
agua bendita en mi corona
de espinas
aquí está mi cáliz de oro
dispuesto a la bebida sutil,
soy quien recibe las órdenes
del señor y redacta con el
divino don de la poesía
es de tarde en mi garganta
adolorida por los cantos profanos :
he de convertirme en dador
de vida y entusiasmo, sino
seré enviado de tu santa
noticia
2
tierra yerma sé que
volverás a ser feraz,
con mi oblación tendrás
los frutos deseados por
los milagros de nuestra
señora
cuando la paz llegue
a tu alma necesitada,
entonces sí comprenderé
la infinita voluntad de dar,
de regalarle tu casa
al delincuente, al pistolero
infame que sin embargo
llora desconsolado
en su madriguera
visión desmedida de luz,
miel dulcísima de pasión,
llamas ardientes vibran
en mi corazón y llueve
en belén un torrente
de lágrimas vivas, perlas
y rocío que brillan
por tu amor
ha llegado la hora de
resucitar. es verdad
que asisto diariamente
al paraíso
3
religiosa devota
vuelve a sonreir
con el pleno conocimiento
del fuego intacto
no llores por tu
buscada ascención, siempre
serás la escogida del ángel
en las postrimerías del tiempo
tuya es la admonición,
clara la fuente en que bañaste
tus manos pulcras, cada vez
más blancas
arena intocada
resplandeces sin mácula
eres la tupida vegetación
de nuestra fé. calor amoroso
del verano ligero
en el regazo del señor
adora la reliquia
pues ya sabes que
allí mora el sueño
más perfecto :
no hay nada comparable
a su invicta intimidad
4
redimida alegría,
hoy guardo exquisita ración
para el santo sacrificio :
abre neblina hacia el sol
fiesta celeste
inequívoca altura
alcánzame el hondón
de la suprema armonía
es segura la rama del
enhiesto arbusto en
el roquedal. vayamos juntos
en unción contrita
mañana y siempre son eternos
como la morada de tus tronos
y dominaciones. sólo tú
venerable, sólo tu sonrisa
cruzando la historia
a esta hora del silencio
remito mi afán crepuscular
y postrado ante ti
sé que alumbras el perdón
anda y dile su nombre
para conmover sus ojos :
la hija de la lágrima
ya fue cantada
5
este canto es divino
igual a la eucaristía
común unión donde
gozan los ruiseñores
es pacífico su ser
cada nota sale de
la clara providencia
cada voz
suena aquí y en el confín
allí es donde el manantial
acerca sus aguas cristalinas
su frágil correntada
todo proviene del cielo
es azul como el mar
de la tranquilidad en
la luna de miel
puedes ver el rostro del señor
en las flores más fragantes
y en la chaira del lumpen
sólo nos queda orar
virgen santísima recuerda a tus
siervos otra vez heridos
ruega por nosotros
6
número del maligno
no intervenga en el poema
sacro después de cien años
en el delirio
hoy vuelvo a las primas imágenes
a los íconos primitivos carmelitas
no poseo nada en mí que no sea
la liturgia renovada
tierna es la luz cuando viene
del costado del señor, tanta
potencia ilumina el pub
de las tinieblas
frecuento la capilla del santísimo sacramento
frenesí de alabanzas conmueven sus formas
fácil es alcanzar esta gloria
sólo deja abierta la llave de tu amor
son las postrimerías de adviento
pronto amanecerá en el pesebre
y una lluvia de oro caerá
en la cerviz de los convocados
debo viajar a la capital
allí encuentro mi destino en ti
aquí he descansado de las tontas
alucinaciones
7
cifra de nuestro señor
ahora tócame partir al sur
he escrito en el nombre del divino
pastor que guía el noble rebaño
¿qué poesía más dulce entraña
su misión? ¿en qué esquina de la
tierra se alberga la visionaria
melodía? ya lo sabes
es aquí en el museo recóndito
es aquí en la caricia de las ramas
de la virgen del algarrobo;
fascinación en el horizonte
cuelga el teléfono y habla
con la modulada estrella
de su unidad cerrada no te olvides
un absoluto certero indisoluble
ya volverás a visitar el mausoleo
por lo sano caminas a los brazos
redorados que claman a tu sombra
llegarás a la cita concertada
el hallazgo y fusión de la eternidad
es el nuevo centro poético
la célula nítida sin aristas
la flor impoluta
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