La noche de Morgana
Jorge Eduardo Benavides. La noche de Morgana (Alfaguara, 2005)
Después de algún tiempo dedicado a la dirección de talleres de narrativa en España, el arequipeño Jorge Eduardo Benavides (1964) se dio a conocer como escritor casi a los 40 años de edad, con la novela Los años inútiles (2002) elogiosamente recibida por la crítica española y la peruana. Sin embargo, el género literario con el que más se identifica este autor es el cuento, pues antes de viajar a España había publicado Cuentario y otros relatos (1989), libro al que ahora se suma La noche de Morgana (Alfaguara, 2005) un conjunto de cuentos escritos durante los últimos diez años y que se inscriben dentro de la tradición del cuento fantástico latinoamericano.
Tigre, el primer texto del libro, es un efectivo relato fantástico que narra la historia de Manrique, un periodista peruano, quien de visita en Tenerife no puede dejar de recordar sus lecturas juveniles acerca del paso del almirante Nelson por esa región. Una serie de tempestades, sumada a una extraña fiebre, obligan al protagonista a aislarse y perder contacto con los demás. Así se va creando la atmósfera apropiada para el sorprendente final.
La filiación cortazariana del relato es más que evidente, tanto por la trama como por el estilo, en el que abundan los recursos retóricos más característicos del escritor argentino. Benavides ha reconocido en diversas entrevistas esa influencia ("estos cuentos me han salido muy cortazarianos") e incluso ha llegado a considerarse a sí mismo como "heredero de Cortázar". Pero esa herencia se hace demasiado evidente en cuentos como Fracasado social, El Ekeko o Deditos, casi un remake del cortazariano Cuello de gatito negro.
No son esos los mejores cuentos del libro, sino aquellos en los que los elementos fantásticos se unen a los recuerdos de Benavides de la Lima de fines de los 80 y principios de los 90. En La noche de Morgana, el más logrado del conjunto, recrea el angustioso retorno a casa de la protagonista, recorriendo el centro de la ciudad casi tomada por los militares ante las amenazas de atentados terroristas. El problemático y violento contexto urbano encuentra su correlato en la inseguridad y temores personales de Morgana; y algo similar sucede con Señas particulares, ninguna en el que el tema del doble, recurrente en la narrativa fantástica, es llevado al mundo de la política peruana.
El buen manejo de la tensión narrativa y del ritmo de la prosa, las mayores virtudes de estos cuentos, alcanzan su mejor expresión en Tigre, La noche de Morgana y Señas particulares, ninguna. Un poco menos logrados son El Ulysses de Joyce y A micrófono abierto. En el otro extremo, la excesiva fidelidad del autor a los cuentos con finales sorpresivos lo lleva a incluir textos como Fútbol y fricciones y Yo podría ser tu padre, muy inferiores al resto. A ello hay que sumar que el lenguaje resulta a veces demasiado artificioso y recargado, como ya se señaló a propósito de sus novelas Los años inútiles y El año que rompí contigo (2003).
Este tercer libro, en sólo tres años, confirma la vocación literaria de Benavides y su gran capacidad de trabajo. Pero también sus dificultades para tomar distancia con respecto a sus modelos literarios (en este caso Cortázar, en Los años inútiles Vargas Llosa), que le han impedido hasta ahora establecer un universo narrativo propio, original y reconocible. Por eso La noche de Morgana, a pesar de la calidad de algunos cuentos, tiene un cierto carácter epigonal y menor; algo que Benavides deberá superar para dar definitivamente lo que, en sus propias palabras, será "el tan ansiado salto de la segunda a la primera división literaria".
Otros comentarios a La noche de Morgana: El País, Correo.
a Los años inútiles (novela, 2002): El País, Archivo de huellas digitales.
a El año que rompí contigo (novela, 2003): Barcelona Review, Archivo de huellas digitales.
Entrevistas a Jorge Eduardo Benavides: La República, Barcelona Review, Verbigracia.
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