Teatro completo 1960-1992

Se ha señalado reiteradas veces que Julio Ramón Ribeyro (Lima, 1929-1994) fue un escritor que reunió diversas cualidades literarias, y casi todas en un muy alto grado; desde la formación libresca y el talento verbal, hasta la empatía con sus personajes y la capacidad crítica. Esas cualidades lo llevaron también a incursionar con bastante éxito en casi todos los géneros literarios, no solo el cuento (es considerado uno de los más grandes cuentistas latinoamericanos del siglo XX) y la novela, también el ensayo, los diarios y el teatro. Respecto a este último, recientemente se ha publicado el libro Julio Ramón Ribeyro. Teatro completo 1960-1992 (Revuelta, 2017), con edición, prólogo y notas a cargo de Jorge Coaguila, reconocido estudioso de la obra ribeyriana.

La primera obra teatral que publicó Ribeyro fue Santiago, el pajarero (1960) que toma como base una de las tradiciones de Ricardo Palma: “Santiago, el volador”. Se trata de una historia ambientada en la Lima colonial y centrada en un excéntrico personaje que, después de muchos años de observar detenidamente a las aves, dice haber inventado un artefacto con el que los hombres podrán volar. En la obra aparecen personalidades de la historia peruana como el virrey Amat, el escultor Baltazar Gavilán y el sabio español Cosme Bueno, radicado entonces en Lima. Coaguila señala que en este texto se puede percibir la influencia del alemán Bertolt Brecht; en especial “el drama Galileo Galilei (1938-1939), de Bertolt Brecht, tiene una fuerte presencia en la forma de concebir la pieza teatral”. Entre las obras teatrales de Ribeyro, Santiago, el pajarero es la más conocida y la que ha sido llevada a escena mayor número de veces.

Sin embargo, fue Atusparia (1981) el drama al que más tiempo y trabajo le dedicó Ribeyro. Como el título señala, la obra está centrada en Pedro Pablo Atusparia (Huaraz, 1840-1887) el mítico líder de los campesinos indígenas y quechuahablantes que se rebelaron en 1885 ante los abusos que contra ellos cometía la naciente República peruana. Ribeyro quiso escribir sobre este tema una novela histórica, pero “no bien la había comenzado, en 1965, me di cuenta de que no disponía de la información necesaria para una obra de este género. […] no se había publicado nada sobre este movimiento campesino, comparable en muchos aspectos a los de Santos Atahualpa y Túpac Amaru”, confiesa el autor en las notas preliminares de la obra. Pero Ribeyro va más allá, y en una de sus rigurosas autocríticas señala que: “Esta pieza está construida más sobre la palabra que sobre la acción. Es por ello una pieza retórica y discursiva”.

A estas dos obras se suman aquí otras tres: El sótano (1959), Fin de semana (1961) y Los caracoles (1975). Las dos primeras nos llevan al universo ribeyriano por excelencia: la clase media limeña, sus sueños y sus frustraciones, presentados en un tono cercano a la tragedia. En cambio, Los caracoles es una comedia, con un cierto “tono moralizante” (J. Coaguila). Julio Ramón Ribeyro. Teatro completo concluye con “Cuatro piezas en un acto” —El último cliente, El uso de la palabra, Confusión en la prefectura y Área peligrosa— reunidas aquí por primera vez en un libro.

No hay comentarios: