Dándole pena a la tristeza



El reconocido escritor Alfredo Bryce (Lima, 1939) acaba de publicar Dándole pena a la tristeza (Peisa, 2012), libro con el que vuelve a la novela –después de cinco años de la fallida Las obras infames de Pancho Marambio (2007)– y también a uno de los temas centrales de su obra: la decadencia de la vieja oligarquía limeña. Y lo hace contando, con su peculiar desmesura, la historia de cuatro generaciones de la familia De Ontañeta, que abarcan todo el siglo XX, desde el patriarca Tadeo (empresario minero) hasta José Ramón, dueño del Banco Internacional del Perú.

Como siempre, Bryce nos entrega esta vez una interesante galería de personajes, que a pesar de ser descritos de una manera caricaturesca (a partir de ciertos hábitos o características sumamente exageradas) grafican bien el proceso de deterioro moral de esa familia, cuyo poder económico y político está siempre en ascenso. Desde la soterrada pedofilia de Tadeo hasta las “supresiones” (asesinatos) de parientes incómodos, práctica recurrente en las siguientes generaciones. Y todo ello dentro de un mundo de comodidades y lujos, en el que casi no hay referencias a la pobreza ni a los conflictos sociales.

Bryce logra superar algunos de los evidentes problemas de sus más recientes novelas (el abuso de las historias de amor platónico, el escarnio de las “huachaferías” de los personajes populares, la excesiva presencia del yo narrativo), sin perder sus reconocidas virtudes literarias, desde el brillante sentido del humor hasta la sintaxis barroca y llena de digresiones. Sin lugar a dudas, Dándole pena a la tristeza es la mejor novela de Bryce desde No me esperen en abril (1995).



Enlaces relacionados
Se puede leer un capítulo de la novela en El Comercio.
Otros textos sobre Dándole pena a la tristeza: Ricardo González Vigil, Pedro Escribano, Carlos SotomayorRPP, Jaime CabreraEl Confrontador, Diario16.
El siguiente video es de la presentación del libro.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy parecido a Museo de Cera de escritor chileno edvvards.

Anónimo dijo...

Muy parecido a Museo de Cera de escritor chileno edvvards.