Días de Zorba

Crónica íntima de una pandemia

En Días de Zorba (Cocodrilo Ediciones, 2025), la socióloga y escritora Alicia del Águila nos brinda una mirada singular sobre la pandemia de covid-19, desde el rincón doméstico de una veterinaria y un perro abandonado, en una Lima marcada por el encierro, la incertidumbre y la muerte. Con una narrativa intimista, la autora construye una novela que se inscribe en la tradición de los relatos de peste, pero desde una perspectiva diferente: no la del héroe médico, el líder político ni la víctima ejemplar, sino la de las personas comunes.

La protagonista, Noelia, es una veterinaria oculista que, debido a su asma, teme contagiarse. Su vida cambia cuando recoge a Zorba, un perro peruano sin pelo y con solo tres patas, rescatado de la basura justo antes de que inicie la cuarentena. La convivencia que sigue, marcada por la emergencia sanitaria, intensifica un vínculo que se construye mientras el mundo exterior se apaga. La narración muestra la experiencia del encierro como disolución del entorno: los espacios comunes se vacían, los personajes secundarios se desdibujan, y los rituales urbanos desaparecen. Solo queda el acto de acompañarse, sin certezas ni promesas.

La epidemia no aparece aquí como catástrofe moral ni como metáfora filosófica. Es una interrupción concreta de la normalidad, que revela la fragilidad de los cuerpos y de los lazos sociales. La novela se centra en ese plano: el miedo a salir, los hospitales colapsados, las reglas cambiantes, los cuerpos que se enferman. En lugar de dramatizar la pandemia, Del Águila la muestra en su impacto cotidiano, inmediato, emocional. La interpretación que ofrece es “microsocial”: Noelia, asmática; Jorge, su expareja fotógrafo, contagiado; y Zorba, el perro mutilado, son cuerpos vulnerables que encarnan distintas formas de resistencia.

En ese sentido, la novela subvierte los modelos clásicos de literatura de pestes al despojar al relato de cualquier grandilocuencia. No hay lección trascendental, ni retiro bucólico, ni personajes que encarnen la racionalidad ante el caos. El foco está en la experiencia del encierro y en la supervivencia afectiva. Jorge, con su cámara, es testigo pasivo de la desgracia colectiva. Noelia, enferma y sola, es una figura que remite más a los diarios personales que a los protagonistas heroicos. En todo caso, Días de Zorba dialoga un poco con la narrativa postapocalíptica contemporánea, en la que lo central no es el evento trágico en sí, sino lo que viene después: el reacomodo emocional, la continuidad sin garantías.

Zorba, más que un perro, es un emblema. Su cuerpo lo aparta de la normalidad: sin pelo, con tres patas, abandonado, sin dueño estable. En el Perú pandémico —el país con la mayor tasa de mortalidad por covid—, Zorba representa la vida que persiste a pesar de todo. Su cojera no es solo una marca de dolor, sino también una forma distinta de andar, una adaptación. Y también es símbolo de aquello que se pierde y se recupera: corre tras la ambulancia que se lleva a Noelia, vuelve a ser rechazado y acogido, deambula hasta encontrar nuevamente un refugio. Su recorrido no es épico; es una forma obstinada de estar, de permanecer.

Días de Zorba no busca moralejas ni respuestas trascendentales. Se mantiene en el terreno de lo sensible y lo concreto: enfermedad, miedo, abandono. Capta el pulso de la vida durante una peste sin recurrir al sentimentalismo. No es un libro que pretenda representar a todos, pero sí logra transmitir lo que significó para muchos peruanos atravesar ese momento.

 

Alicia del Águila (Lima, 1966). Es doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y socióloga por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Actualmente se desempeña como gerente del programa Panamá de IDEA Internacional. Es autora de Las raíces de la polarización en las Américas. Los casos de Estados Unidos, Brasil y Perú (2023), La ciudadanía corporativa. Política, constituciones y sufragio en el Perú (2013) y Los velos y las pieles. Cuerpo, género y reordenamiento social en el Perú contemporáneo (2003), entre otros libro. En el ámbito literario, ha publicado la colección de cuentos Mirarse a la cara (2022) y el poemario Los planos de la casa de agua (2008).

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