Redadas literarias


Nacida en Montevideo, Belén Vilas Osores se ha desempeñado como profesora de Literatura en instituciones superiores de su país y del Perú. A la vez, Vilas Osores —licenciada en Humanidades por la Universidad de Montevideo y alumna del Doctorado de Humanidades de la Universidad de Piura— ha publicado en los últimos años, en revistas especializadas (digitales o impresas), una serie de ensayos y críticas en los que aborda las obras de conocidos escritores, especialmente narradores peruanos. Y en el centro de estos textos suelen estar el recordado Julio Ramón Ribeyro (Lima, 1929-1994). Vilas Osores ha reunido esos ensayos en el libro Redadas literarias. Artículos y comunicaciones (Mesa redonda, 2018).

Son una decena de textos divididos en tres secciones, la primera de las cuales contiene tres ensayos sobre la obra de Ribeyro. En “Localizaciones especiales en Los gallinazos sin plumas de J. R. Ribeyro”* la autora recurre a las propuestas de Gastón Bachelard (La poética del espacio) y Mijail Bajtín (La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento) para analizar la “topografía” de esos relatos y la forma en que los ambientes influyen en las decisiones de los personajes. Y en “Janampa y el ámbito de la actuación en ‘Mar afuera’”, el desarrollo del relato ribeyriano es interpretado desde la perspectiva del análisis de la ordenación narrativa de Valles Calatraba y algunas propuestas planteadas por Roland Barthes en El placer del texto. La conclusión es que “En Ribeyro el rigor metódico de los finales no solo seduce estéticamente, sino que cobra gran relevancia”.

En el prólogo del libro, el crítico peruano Jorge Coaguila cuenta cómo fue que Vilas Osores descubrió la obra del narrador peruano: “Su primer acercamiento a Ribeyro ocurrió en un seminario en la ciudad de Montevideo, con el cuento ‘Silvio en el rosedal’… [después] leyó Los trazos del espejo: identidad y escritura en la narrativa de J. R. Ribeyro, del español Crisanto Pérez. Luego llegaron a sus manos otros títulos de especialistas en Ribeyro: Eva Valero, Angel Esteban, Peter Elmore y muchos más”. Y la presencia de esos valiosos estudios, así como del “marco” académico elegido, acaso resulta demasiado evidente en los textos de Vilas Osores.

La misma estrategia crítica es empleada en las otras dos secciones del libro. En la segunda, se analiza el libro Cuentos inolvidables del Ande (2015), del autor cajamarquino Santos Blanco, relatos basados en “cuentos populares ancestrales” y con un evidente trasfondo mítico andino. Vilas Osores los estudia a partir de las teorías de Tzvetan Todorov y Mircea Eliade, utilizando como elementos de comparación los clásicos cuentos de los hermanos Grimm y Charles Perrault. Sin lugar a dudas, era necesario en este caso algún estudio sobre mitos y cosmovisión andina, o una comparación con los “Mitos, leyendas y cuentos peruanos” recopilados por José María Arguedas. Incluso al analizar la obra de Ribeyro se cometen algunos errores de este tipo, como considerar a la niebla limeña de “Los gallinazos sin plumas” como equivalente al smog de las ciudades modernas: “la niebla espesa y baja. Durante el día demora en despejarse; por la noche no permite ver las estrellas. Revisado el informe del Senamhi… la contaminación del aire afecta el sistema respiratorio…”.

A pesar de esa perspectiva demasiado “occidentalizada” y libresca, la mayoría de ensayos de Redadas literarias resultan interesantes, como en los casos de “Horacio Quiroga y Julio Ramón Ribeyro. Una exploración ecocrítica de la selva y la ciudad” y “Negros abecés morfológicos en dos novelas peruanas: Abril rojo y La hora azul”

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