Gaijin


Un extranjero en Barrios Altos


Después de publicar libros como Que te coma el tigre (cuentos, 1978) y de su experiencia como integrante del grupo Narración, el escritor Augusto Higa (Lima, 1946) viajó a Japón, la tierra de sus ancestros. Ese viaje cambiaría radicalmente su narrativa, que pasó de una temática juvenil, urbana y vitalista, a otra más oscura, basada en personajes solitarios y marginales, como en la novela La iluminación de Ketzuo Nakamatsu (2008). En esta última línea está su más reciente libro, la novela corta Gaijin (Animal de invierno, 2014).

Higa nos cuenta esta vez la historia de Sentei Nakandakari, un japonés que llegó al Perú en 1923, para trabajar como campesino. Ocho años después, Sentei decide mudarse a Lima y convertirse en vendedor ambulante. Pronto pasará a tener un bazar en Barrios Altos. Este éxito lo logra a pesar de la hostilidad del resto de comerciantes y de todo el barrio, pues lo consideran un intruso (gaijin significa “extranjero”) al que desprecian. Pero la fortuna de Sentei (que llega hasta a poseer un prostíbulo) se viene abajo como consecuencia de los problemas que tuvieron, en los años cuarenta, los japoneses radicados en nuestro país.

Sentei es un hombre con una fuerte personalidad y que parece tener todo siempre bajo control; pero en el fondo sabe que terminará devorado por su entorno. Higa maneja con precisión los elementos narrativos de esta trágica historia. Las descripciones, por ejemplo, son enumeraciones caóticas que transmiten la confusión que experimenta el protagonista; con el mismo fin se usan recurrentemente frases (“tal vez sí, es posible que no, en todo caso”) que expresan incertidumbre. En suma, Gaijin es una muy buena novela que no dudamos en recomendar.


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