El héroe discreto


Cuando un escritor “consagrado” publica un nuevo libro, las primeras reseñas suelen ser sumamente elogiosas. Solo después de varias semanas, una vez que el libro ya es un bestseller, se comienza a reconocer que incluso los grandes autores pueden tener caídas; como sucedió con García Márquez y sus Memorias de mis putas tristes. Sin llegar a ese extremo, creemos que algo similar pasará con nuestro premio Nobel Mario Vargas Llosa (Arequipa, 1936) y su nueva novela El héroe discreto (Alfaguara, 2013).

Como ya es su costumbre, MVLL narra paralelamente dos historias distintas, pero que tienen muchos elementos en común. En ambas se trata de prósperos empresarios (el piurano Felícito Yanaqué y el limeño Ismael Cabrera) quienes en su vejez se enamoran de mujeres muy jóvenes y tienen que soportar las agresiones de sus propios hijos, dos varones en ambos casos (todo es dual aquí). Las historias se complican (chantajes, secuestros, etc.) y tienen muchos giros sorpresivos, a la vez que van involucrando a más personajes, entre los que figuran algunos conocidos de otras novelas de MVLL, como Lituma y Don Rigoberto. En ese incesante crecimiento, las dos líneas narrativas finalmente se unen.

MVLL ha querido crear un laberinto de historias pequeñas (“Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo», reza el epígrafe), que muestren un cierto tipo de heroísmo cotidiano, dejando de lado lo épico y lo trágico. Y si bien en lo que respecta a la trama logra su objetivo, lo banal de buena parte de los sucesos y los diálogos, el forzado “color local” de las descripciones, entre otros problemas, hacen que El héroe discreto no llegue a estar a la altura de las expectativas.

Se puede leer el primer capítulo de  la novela en Alfaguara.

Otros textos sobre la novela.
A favor: El País, Joaquín Marco, ABC, Paul Llaque, Guillermo Niño de Guzmán Ernesto Carlín, Uva de Aragón, Juan C. Suárez, Rafael Fuentes,
En contra: Javier Munguía, Luis Rodríguez PastorValdemar Quijano, La medicina de Tongoy,


3 comentarios:

diseño de paginas web dijo...

Estupendo, es muy bueno!

Anónimo dijo...

Más o menos lo mismo y en términos muy cordiales sostuve en contra de El héroe discreto, a propósito del primer capítulo cuyo comienzo me desanimó, en un comentario a Gustavo Faverón pero éste me lo censuró y no lo publicó.

Oscar Herrera – Marketing con Redes Sociales dijo...

Ser ganador de un premio de este tipo es necesario que la obra valga mucho la pena literalmente, a muchas personas les encanta la lectura de este tipo de libros y a otras tantas no, lo importante es saber apreciar estas obras y leerlas.