Un sol que en invierno

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César Bedón. Un sol que en invierno (Borrador, 2009)

Conocido por su labor en importantes radios limeñas, César Bedón (Lima, 1976) es también un talentoso escritor que con poco más de 20 años de edad ya había figurado dos veces entre los finalistas del concurso El cuento de las mil palabras. Desde entonces no se ha alejado de la escritura: trabaja en una novela que incluso lo ha llevado a la India (becado por la Unesco), fue el responsable de “Estos días” (2003-2004) –uno de los más originales blogs peruanos–, y acaba de publicar el libro Un sol que en invierno (Borrador, 2009), un peculiar diario personal, en la línea de los cuadernos de Luis Hernández y las más lúdicas obras de Julio Cortázar.

Cartas, poemas, e-mails, anotaciones y reflexiones personales se juntan con citas librescas, noticias curiosas, fotografías, dibujos y hasta mensajes recibidos por Bedón y que él va “pegando” en este diario. El resultado es un collage en el que priman el humor, la ternura y la inocencia de un “adolescente de ventitantos años” (como el propio autor se define) y que en realidad parece ser más feliz en el mundo de los niños. De hecho, algunos de los textos más interesantes narran experiencias que el autor comparte con un grupo de niños: juegos radicalmente absurdos, paseos por la playa, visitas a parques de diversiones.

Bedón observa y disfruta el universo infantil, pero manteniendo la inevitable distancia de pesimismo, tristeza y “desesperación”, elementos característicos de la vida adulta y que se expresan claramente en las citas de Dostoievski, Pizarnik, Blanca Varela y hasta el Cioran de Breviario de podredumbre. Entre esos dos mundos parecen vivir también los creativos amigos de Bedón, todos ellos personas reales: el neurótico Bruno, los irreverentes Arturo y Franco, la poética Carolina. Con sus e-mails, ellos dan a conocer otros aspectos de la personalidad del “protagonista”, a la vez que le otorgan al libro un cierto carácter colectivo.

Al trabajar con materiales tan disímiles Bedón asume ciertos riesgos: lo que para algunos es tierno y emotivo para otros puede resultar demasiado infantil e ingenuo. Y si bien el empleo de dibujos, fotos y recursos gráficos propios de Internet (buena parte de los textos proviene de “Estos días”) muestran las posibilidades de los nuevos géneros artísticos, también convierten a Un sol que en invierno en una obra bastante inusual y extraña. En suma, un libro que seguramente apreciarán mejor aquellos lectores de espíritu joven y abiertos a lo lúdico y experimental.
(Artículo publicado previamente en La República)

Se puede leer el libro en MySpace.

La siguiente entrevista es de Borrador Editores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece una reseña justa... Dan ganas de leer el libro.