A ciegas

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Claudio Magris. A ciegas (Anagrama, 2007)

El escritor italiano Claudio Magris (Trieste, 1939) ha dicho que su más reciente ficción, A ciegas (Anagrama, 2007), "es la única novela comunista de la última década". No es la única, pero sí una de las pocas escritas por un autor mundialmente reconocido (Magris suele estar en las listas de candidatos al Nobel de Literatura) en la que se hace un abierto y entusiasta elogio del luchador social de "izquierda" a través de la figura de Salvatore Cippico, un ficticio militante comunista nacido en 1910 y que participó en la guerra civil española, la segunda guerra mundial, las pugnas entre Tito y Stalin, entre otros muchos sucesos históricos.

Este relato es un extenso monólogo (el libro tiene casi 400 páginas) en el que Salvatore, casi centenario y recluido en un sanatorio mental, rememora su accidentada historia, desde su nacimiento en Tasmania (aunque sus padres eran italianos) hasta su propia muerte. Pero su discurso es sumamente desordenado y lleno de incoherencias: narra los diversos episodios entremezclándolos con continuos saltos en el tiempo y además confundiendo nombres, personajes y épocas. A ello se suma que Salvatore también cuenta simultáneamente la vida del aventurero Jorgen Jorgensen (1780-1841), personaje histórico que se autoproclamó rey de Islandia y terminó sus días en una prisión australiana.

A esas complicaciones de la trama hay que agregar la dimensión simbólica, bastante elaborada en esta novela, y que se manifiesta tanto en la recurrente presencia de mascarones de proa, alusiones al mito griego de los argonautas, como en el tratamiento de los personajes femeninos (todos parecen manifestaciones de un solo gran arquetipo). Y, dado que Magris es un reconocido ensayista (tal como lo demostró en El Danubio y Microcosmos), también las elaboradas reflexiones de Salvatore sobre el destino humano, la conciencia social, la historia política y de las ideologías en los dos recientes siglos, el cristianismo y la fe religiosa en general, y muchos otros temas.

A ciegas es una interesante y buena novela, aunque es de lamentar que Magris no haya logrado la mejor expresión literaria para tan ambicioso y elaborado proyecto. La narración resulta por momentos demasiado confusa y difícil de seguir, un problema que solo se supera en los últimos capítulos. Además, si bien es posible encontrar algunos pasajes muy bien escritos y cargados de emotividad, en la mayoría de las páginas prima una cierta frialdad y distancia (acaso por el constante recurso a la ironía) tanto en las descripciones como en la narración.
(Artículo publicado previamente en La República)


En Internet se puede leer el primer capítulo de la novela.
Otros artículos sobre A ciegas: Salvador Barros, Alejandro Gándara, Pablo Romero, Pedro Sorela, Paco Soto, Darío Villanueva,

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