Los espectros nacionales

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José Güich Rodríguez. Los espectros nacionales (San Marcos, 2008)

El escritor y crítico José Güich (Lima, 1963) tiene en desarrollo una interesante obra narrativa dedicada exclusivamente al cuento fantástico. A sus primeros relatos, reunidos en el libro Año sabático (2000), siguieron los de El mascarón de proa (2006), en los que se delimitaban mejor los recursos y motivos, desde las rupturas espaciales y temporales hasta la presencia de personajes y sucesos históricos. Continuando en esa línea, Güich acaba de publicar Los espectros nacionales (San Marcos, 2008), un conjunto de ocho relatos que muestran una marcada superación en su narrativa.

Desde el primer cuento, que da título al libro, queda claramente establecida la dinámica de los relatos: Joao Pereira, "ciudadano octogenario de Río de Janeiro", vuelve al estadio Maracaná 50 años después de presenciar la recordada derrota de su selección ante la de Uruguay. Y aunque solo desea ver el debut de su nieto como futbolista, vuelve a vivir, para su sorpresa,la humillante final del Mundial de 1950. Otro salto cronológico, en este caso hacia el futuro, es el reali-zado por el protagonista de "Intersecciones"; y en "Los pasajes errantes" un científico de mediados del siglo XXI vuelve a la Lima de 1950 para averiguar sobre el escritor Julio Ramón Ribeyro.

En otros cuentos los saltos se producen también entre la realidad y la ficción –en "La penumbra" los protagonistas son Miguel de Cervantes y Don Quijote–, entre identidades personales ("Vórtice en Prescott") y hasta universos paralelos, como en "El otro monitor", que plantea la existencia de un monitor Huáscar fantasma que colabora con el real en la Guerra del Pacífico. En todos estos relatos se puede apreciar el progreso de Güich tanto en el desarrollo de las tramas como en su prosa, esta vez mucho más trabajada y libre de los excesos y asperezas de los libros anteriores.

Lo que aún no logra superar es la falta de densidad de su narrativa. Hay en los cuentos de Los espectros nacionales demasiadas cosas sorprendentes y alusiones literarias, pero pocas reflexiones, ideas originales o personajes de interés. Preferimos, por eso, la sobriedad con que se manifiesta lo fantástico en "Intersecciones" (a la manera de los cuentos de Edgardo Rivera Martínez), o la brevedad y efectividad de "Vórtice de Prescott", a las más de 50 páginas de "Los pasajes errantes", una novela corta con viajes en el tiempo, insectos robóticos, una puerta que comunica Lima con Varsovia e innumerables referencias a la vida y obra de Julio Ramón Ribeyro.
(Artículo publicado previamente en La República)


En Internet se pueden leer los cuentos Los espectros nacionales y El otro monitor.
Otros textos sobre Los espectros nacionales: José Donayre, Ricardo González Vigil, Perú21.
Entrevistas: Maribel de Paz, Carlos Sotomayor.

1 comentario:

zeta dijo...

Hola, siempre lo leo en La República, es interesante lo que dice sobre los libros que recomienda. Suerte.