Bonitas palabras

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Francisco Izquierdo Quea. Bonitas palabras (Mundo ajeno, 2007)

Los cuentos de Bonitas palabras, el primer libro del escritor y periodista cultural Francisco Izquierdo Quea (Lima, 1980), se dividen claramente en dos grupos: por un lado aquellos escritos con un lenguaje coloquial y que retratan el mundo de los jóvenes limeños; por otro, los relatos menos realistas y más “literarios”, que van desde lo fantástico hasta la recreación de trágicos episodios de nuestra historia, como en el cuento que da título al libro, que narra un crimen cometido por el poeta José Santos Chocano en 1925, poco después de haber sido laureado por el gobierno peruano.

En los cuatro primeros relatos el habla urbana limeña se conjuga con ciertos mitos y obsesiones propias de la adolescencia, y con una estrategia narrativa sumamente libre y abierta a las digresiones, a la manera de los cuentos de la segunda etapa de la obra de Bryce. En Zapatos, el relato más extenso, vemos a un joven abandonar la universidad para instalarse cómodamente en el mundo de los adultos: un negocio próspero, una pareja estable, buenos amigos. Pero hay una cierta distancia e ironía del narrador con respecto a ese bienestar. Algo similar sucede en los cuentos La pelota y La guapa, cuyos protagonistas parecen hacer realidad, aunque brevemente, sus más anheladas fantasías.

En la segunda mitad del libro los cuentos abandonan la cotidianidad limeña para incursionar en “los espacios de la nostalgia y el ensueño”, como ha señalado Giancarlo Stagnaro. Son textos más “cerrados” y que presentan una mayor brecha entre los sucesos narrados y la subjetividad de los protagonistas. En Nada ni nadie, por ejemplo, se recrea el asesinato de Antonio Miró Quesada, director de El Comercio en la década de 1930, a manos de Carlos Steer Lafont. Este crimen político resulta para el Steer de la ficción algo personal, pues él es un hijo no reconocido de su víctima. Y los niños que protagonizan Los cuervos y El niño en casa viven los acontecimientos narrados como si se tratara de pesadillas.

En líneas generales, los nueve cuentos de Bonitas palabras presentan a Izquierdo como un escritor que sabe contar una historia manteniendo el interés del lector tanto por los giros y peripecias de la trama como por los temas que va abordando. Pero Izquierdo todavía necesita trabajar bastante en los aspectos estilísticos de su narrativa, pues en los dos tipos de cuentos mencionados (los coloquiales y los literarios) encontramos demasiados errores y palabras mal empleadas.


Otros textos sobre Bonitas palabras: Marlon Aquino, José Güich, Enrique Sánchez Hernani, Giancarlo Stagnaro, Alberto Villar y las entrevistas de Francisco Ángeles, Miguel Ildefonso, Tomacini Sinche López y Giancarlo Stagnaro.

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